Si bien es cierto su cáncer estaba bastante avanzado, siempre en mi corazón albergaba la esperanza de un milagro, como tantas veces ha salido en las noticias: que los monjes brasileños, que el escorpión azul y tanta cosa que aparece, pero en este caso no ocurrió, y entre suspiros y despedidas, simplemente partió de este mundo a esperar que nos toque la hora a nosotros.
Estos meses han sido de reflexión, de ajustes, de acostumbrarse al vacío que deja. He tratado de no hacerme tantas preguntas de "qué hubiese pasado si...", "por qué no....." y otras, no vale la pena. Lo que me deja en paz con él y conmigo misma es que siempre supo que lo quería, siempre tuve la oportunidad de decírselo; también sé que él luchó en su enfermedad hasta lo que más pudo, que mi mamá y mi familia en general se desvivió por él, para tener un mejor pasar cuando no había más qué hacer; compartió conmigo mis mayores alegrías y también mis mayores penas, siempre me apoyó en todo lo que emprendí, total, sabía que cualquier decisión que tomaba, era con el corazón; y por sobre todo, Poroto tuvo la oportunidad de conocer a su abuelo chocho, que lo adoraba y que siempre sonreía con sólo escuchar su voz... Qué más puedo pedir.
No quiero ahondar más en el tema a decir verdad, prefiero dejarlo para mí y mi familia. Tan sólo agradecer los abrazos, palabras de aliento, mensajes en este duro momento, se siente más calientito el corazón.
Mi papá y mi hijo |
"Yo soy tu sangre, mi viejo" (Piero)
Que bello qudarnos siempre con esos momentos mágicos que nos ayuden a recordarlos con una sonrisa, agradecer el tiempo que nos fueron 'prestados'... Bendiciones para todos, Que descanse en paz tu papi.
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